Rebe-lación: Igualdad
En los últimos días nos hemos visto inundados de color morado. Ese color que simboliza la sangre real, el color de los soberanos, fue el adoptado como símbolo de la lucha por la igualdad de derechos, derecho a voto, igualdad, dignidad.
Lamentablemente somos las mujeres las que constantemente tenemos que usarlo para hacer ver las injusticias y los atropellos que se suceden a diario.
Hay situaciones que se normalizan muy fácilmente. Como mujeres seguimos ganando menos en cargos similares, seguimos escuchando argumentos como “es que es mujer” para justificar algo que supuestamente no podemos hacer o no podremos cumplir.
Y el mundo es difícil para nosotras, porque sentimos la necesidad de correr para todo, para nuestros hijos, nuestras parejas, nuestro trabajo, nuestra casa. Sentimos que debemos cumplir en todo y que nunca lo logramos.
Además sentimos que debemos cumplir “por los demás”, vernos bien “para los demás” y estar siempre “para los demás”.
Ojalá este 2020 nos sirva para tener ese momento de vernos a nosotros mismas, de sentirnos más fuertes, más seguras, más confiadas, más unidas aunque estemos separadas, más poderosas, power girl.
Busquemos el momento de arreglarnos para nosotras, pintarnos como nos gusta, con tiempo y ganas para vernos al espejo nosotras y reencontrarnos.
Ponte esa ropa cómoda con la que te sientes bien, deja de lado los sostenes con barbas y fajas y busca un lindo bralette cómodo y coqueto. Porque comodidad no es sinónimo de feo, es sinónimo de agrado, de gusto, de libertad, de dignidad.
Muchas veces me preguntaron que buscaba en un hombre en una palabra y mi palabra es comodidad. Cuando estás cómoda con alguien siempre vas a estar feliz, segura y te vas a sentir libre de ser tú.
No te conformes con el que te diga “no me gusta como te ves con eso”, quédate con el que te diga “me encanta como te ves”, “me gusta como eres”. Quédate en el trabajo en que te valoren y te quieran.
Para que el “lucha como mujer” sea sinónimo de leona, y el “es que es mujer” sea que es capaz, inteligente, proactiva y multifacética.
Porque así somos: iguales, capaces, multifacéticas y poderosas.